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Protesta hoy en #Miami por Día de Acción de Gracias
Un grupo de pavos ha salido a la calle hoy, en Miami, a protestar, porque dicen que los cubanos están atentando contra su persona de animal, en el Día de Acción de Gracias.
Una demanda presentada por los propios pavos ante la corte de Hialeah, bajo la figura delictiva de tráfico ilegal de carne de puerco y abuso sexual con enseñamiento y alevosía, alega que:
1.- Nos compran, a los más robustos, en los supermercados y nos rellenan, por «atrás», con masitas de cerdo fritas hasta la mismísima perilla.
2.- En lugar de asarnos en hornos usan la terrible Caja China.
3.- Al servirnos no lo hacen con salsa de arándanos, como es tradición, sino con algo a lo que llaman salsa Vitanuova traída de la Isla.
4.- Bajo el Green bean casserole camuflan la yuca con mojo.
5.- Sobre el congrís ponen puré de papa para que no se vea.
6.- Rellenan las botellas de sidra de manzana con cerveza.
7.- Sentados a la mesa hacen la oración tradicional agradeciendo por la unidad de la familia, pero siempre terminan con una frase que no entendemos totalmente: ¡Siacará! ¡Aché pa’ ti!
7.- Para que nadie se ofenda, si está invitado algún norteamericano a la cena, ponen sobre la mesa el pastel de pacanas o de moras, pero nadie lo prueba. Y, al rato, alguien dice: “¡Ay, si ahí en el refrigerador queda un pedazo del flan de ayer y también hay casquitos de guayaba con queso que hizo la abuela!”
8.- Y para rematar, comienzan poniendo los cantos tradicionales para los niños como Little Pilgrim (Pequeño peregrino) o Give Thanks (Da gracias) de Henry Smith y, a las dos horas sacan una guitarra y con un desatino tremendo y tremenda desafinación cantan a voces y berridos la guantanamera, o bailan algo muy raro a lo que llaman Rueda de Casino con un grupo de mulatones al que denominan La Charanga Habanera.
En fin, Su Señoría, que son peor que las plagas bíblicas y se requiere que usted haga justicia, si no es que logran convencerlo de que Los Van Van son mejores que la Filarmónica de Washington.
«¿Creerán los cubanos que nosotros nosotros los pavos somos guanajos?», concluye la protesta.
Juaniquita, va a llover*
Castillo decía que cuando la herida de la espalda comenzaba a molestarle venía lluvia seguro. Y acertaba, o por lo menos cada vez que lo oía decirlo entre dientes, acertaba, y la tarde se ponía oscura y cerrada, así la predicción fuera dicha mientras, afuera, el sol doraba las piedras.
Castillo, que era como la noche oscura y tenía una sonrisa de luna llena, creía también que los seres más extraños podían bajar de las lomas cuando cesaba la lluvia y en esos días prefería quedarse con su tabaco sentado, tranquilamente, en la sombra del secadero de café de aquel pueblo campestre de Yateras.
A mi abuela, guajira dura de tanto arar y recoger café en los campos, se lo anunciaban los huesos, que comenzaban a restregarle los años y la dureza del trabajo labriego, entonces ese día regresaba más temprano de la finca y ponía al fuego la sopa para calentarse el cuerpo. Lee el resto de esta entrada
!A quemar el diablo!
Tengo los mejores recuerdos del Festival del Caribe, y de la Casa del Caribe que conocí bajo la batuta fuerte y silenciosa de Joel James Figarola. Y eso que nunca pude colarme entre los corresponsales que, desde el caliente Chago, cada año se multiplican para cubrir, para los más disímiles espacios, todo lo que acontece en la caribeña fiesta.
Por eso, me encantó la noticia de que el presidente de la Unión Nacional de Escritores y Artistas (Uneac), Miguel Barnet, propusiera declarar al Festival Internacional del Caribe como Patrimonio Cultural de la nación, cuando estamos a las puertas de la edición 33 de la celebración que busca confluencias entre las culturas del Caribe insular y continental.
Barnet, dice la note de prensa, elogió la riqueza multicultural de Colombia, que se pondrá de relieve en las sesiones teóricas y presentaciones artísticas por ser el país a cuya porción caribeña se dedicará este nuevo jolgorio, del 3 al 9 de julio venidero.
La fiesta, es la primera que se da luego de los estragos del Huracán Sandy, que motivó la llegada hasta Santiago de mucha ayuda humanitaria proveniente, en parte, de naciones caribeñas.
Sólo es una lástima que los guantanameros hayamos perdido esa sede compartida que, luego de que saliera de la Universidad de Oriente y dijera un adiós definitivo a mis andares por la tierra caliente, me devolvió la esperanza de poder disfrutar, desde mi suelo, de esas maravillosas propuestas que enaltecían el concepto de cultura en tanto arraigo de haceres y decires de nuestros pueblos.