Todos, quiere decir todos

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Alguien me mandó vía email, hace unos días, el texto Reglas para el debate o cuestión de principios de Rafael Cruz, publicado en el diario Granma, en el que el articulista propone dos reglas excluyentes sobre con quiénes o no, a su juicio, debatiría en el complejo proceso de construcción social que vivimos.

Yo discrepo con algunos de sus planteamientos, pero esto no es una respuesta sino una reflexión, digamos que palabras sacadas por otras, palabras desde mi realidad, mi edad, mis convicciones…

Ciertamente el que se nos viene encima, es un debate intenso. Un debate en el que entrarán  en juego nuestros principios, esos que defendimos durante tantos años de todas las maneras posibles, desde todas las historias, o esos de los que se separó gente también de las más disímiles formas, desde sus propios devenires y dolores.

Y este es el primer punto. Yo creo en la superioridad del socialismo como sistema social, como forma de justicia social, y por tanto creo en esta especie de socialismo tropicalizado que estamos  viviendo pero que necesariamente debe aspirar a más: desde el comienzo fue un camino, no un destino en sí mismo.

Pero que yo lo crea, que lo crean los noticieros, que lo crea una porción de la sociedad, que lo crean las personas que conforman el poder nunca será suficiente.

El socialismo, la apuesta por el socialismo debe volver a pasar por el consenso de todos los cubanos, de todos los que están aquí, ya que parece todavía lejano el momento en que puedan tener voz todos los que quieran ejercerla, no importa dónde vivan.

A fin cuentas, cada reto en su construcción siempre será un reto social, como lo ha sido hasta ahora. La resistencia, lo que tenemos hoy, es el resultado de millones de historias de resistencia, de gente que se comía un arroz con frijoles y se iba a trabajar, de la madre que inventaba zapatos para que sus hijos no dejaran de ir a la escuela, de gente que ha optado por quedarse pagando los duros precios de la soledad.

Y dentro de esos millones de historias también están las de los que no están de acuerdo con el socialismo o con el tipo de socialismo que conocen en Cuba, y a pesar de ello están aquí. Hay que aceptarlo: esas personas, nos gusten o no, formarán parte en ese debate: así es como es, y como debe ser.

El tema, en definitiva, es que dar por sentado el socialismo, que el pueblo en general seguirá apostando por él y sentarnos a esperar que ello ocurra, a estas alturas es un error político que no podemos cometer, y más nos vale tomar nuestras notas y actuar después de los reveses de la izquierda latinoamericana.

Han cambiado los escenarios, no importa que los años desde aquel momento en el que como pueblo mayoritariamente firmamos por la irreversibilidad del socialismo en Cuba sean relativamente pocos, y ha cambiado la gente.

Las más evidentes radicalizaciones de nuestro proyecto social, hasta ahora, casi siempre ha sido una reacción a una acción en nuestra contra, no importa desde dónde se gestara, desde la proclamación del carácter socialista de la revolución cubana en la década del sesenta del siglo pasado, hasta la más reciente reforma constitucional del 2002.

De modo que no se nos puede escapar el hecho de que la reforma constitucional anunciada por el presidente Raúl Castro será la primera, desde el Triunfo de la Revolución, que se hará sin la presión de la guerra declarada con Los Estados Unidos, y que ahora toma tintes más suaves, aunque no menos peligrosos.

La sociedad cubana también es diferente a la de hace una década. La gente del 2016 pasó de una estado totalmente benévolo, que subsidiaba todo para todos, a uno que en pos del avance económico y la sostenibilidad aunque sin renunciar a los principios de la justicia social y la inclusión, ha ido eliminando subsidios, impulsó un proceso de reacomodo del empleo estatal que dejó disponibles a miles de personas y abrió las puertas a un sector privado que impone sus propias reglas.

Una sociedad además signada por un proceso de emigración que ha desmembrado familias y que hace bien poco vio cómo miles de sus hijos se quedaban varados en centroamérica mientras trataban de llegar a Los Estados Unidos, y que en menos de seis meses ha recibido a Barack Obama, los Rolling Stone, un desfile de Coco Chanel, y una megaproducción de Hollywood.

Tampoco podemos obviar que la reforma será la última que verán en el poder los líderes de la generación histórica, esa que luchó por lo que tenemos hoy y cuyo mérito y estancia en las altas esferas de la dirigencia del país, son apoyados por la inmensa mayoría de los cubanos y seguidos prácticamente sin cuestionamientos.

La generación que acceda al poder, y que ya se asoma en algunas figuras, tendrá que abrirse paso desde la ética y el ejemplo, desde la comunicación política y desde un proyecto de país con el que sean capaz de identificarse desde la generación de mis abuelos, hasta todas las que han crecido después, aunque ninguna sea igual a la otra.

Porque tampoco, según lo visto hasta ahora, hay en todas nuestras esferas públicas un solo líder comparable al menos con el liderazgo carismático de Fidel, quien  sacó adelante a este país a cuenta del orgullo nacional y la unidad hasta en los peores momentos.

Pensar, trabajar en esos consensos, creo, es más importante que sentarse a delimitar quiénes pueden o no participar en un debate que debe ser inclusivo si en  realidad quiere llegar a algún sitio para bien de la nación. Dialogar es incluir, así no salgamos de acuerdo: Limitar, excluir siempre será reductivo y enajenante.

Y en medio de ese diálogo, que ojalá sea duro, que ojalá sea movilizador…, tendremos que lidiar con nuestros errores como país, con el daño que ha causado el oportunismo y la hipocresía, con las consecuencias de todo lo que hemos hecho y lo que no: eso también puede resultar edificante, cohesionador, esperanzador incluso.

Dialogar es el punto y lo que, a fin de cuentas, hicimos cuando luego de más de medio siglo de enemistad con Los Estados Unidos, una enemistad que fue de palabra y de hecho, con muertes incluidas, y dolores que todavía no sanan, decidimos restablecer relaciones diplomáticas con ese país y empezar un proceso de normalización que, no obstante, todavía tiene varios pendientes.

Al final, creo que hemos crecido en un país lo suficientemente bien formado como para que cuando llegue el momento, cada quien sepa dilucidar, distinguir entre lo verdadero y lo falso, entre el espejismo y la realidad, entre el patriota y el que opina según quién pague.

En eso confío.

Acerca de Lilibeth Alfonso

Periodista del periódico Venceremos.

Publicado el May 31, 2016 en Uncategorized. Añade a favoritos el enlace permanente. 35 comentarios.

  1. «El socialismo, la apuesta por el socialismo debe !!!!! volver !!!!!!! a pasar por el consenso de todos los cubanos»……..

    Volver? Podria decirme cuando fue que la apuesta por el socialiismo paso por ese concenso que menciona?. Como fue que no lo note?.

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    • Todo sistema social que no sea una tiranía y Cuba no lo es, se sostiene gracias al consenso social. En Cuba, así ha pasado, solo que ahora habrá nueva constitución y todos esos artículos se harán nuevos o volverán a pasar por ese consenso que es más riguroso. Si la mayoria de los cubanos no estuvieran de acuerdo con el socialismo, no estaríamos hablando del tema ahora mismo.

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    • Además, se me pasaba lo más importante, en el 2002 se recogieron millones de firmas apoyando el carácter irrevocable del socialismo.

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  2. Acaso fueron 11 millones de firmas?. A los que no estaban de acuerdo los dejaron firmar en otra lista o sencillamante se les multiplico por cero?.

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    • gracias, te sigo, tú sabes.

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      • Segun cubadebate?. Ni siquiera salio en el granma una cosa tan fundamental?. Porque cubadebate lo pueden leer muy pocas personas y en aquel entonces casi nadie. Ademas a que representa cubadebate?. Podria al menos dar el nombre de algun funcionario conocido integrante del «comite electoral» o la institucion que contabilizo la cifra?.
        Creame que si es asi como se decide algo tan importante para el pais estan a mil millas de como sice usted » pasar por el consenso de todos los cubanos”……..

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      • Mire, las cifras se dijeron en todos los medios nacionales, impresos, radiales y televisivos, yo le cité Cubadebate porque fue la que encontré en el buscador, para precisarla la cifra exacta.

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  3. Mirna Rodríguez Zúñiga

    Buena reflexión Lili. Para quienes piensan que en Cuba no hubo consenso por el socialismo, solo les recuerdo que la primera aprobación por el camino que hoy transitamos ocurrió cuando se inició la lucha por la independencia de nuestro país que tantas y tantas vidas de cubanos costó hasta que triunfó la Revolución, los demás consensos llegaron en cada batalla que afrontó el pueblo cubano despúes del año 1959 y que precisamente por esa mayoría que se sumaba en cada batalla es que hemos logrado continuar por este camino a veces duro y complejo, pero camino al fín al que no se le obliga a nadie a seguir, sin que no lo quiera……El socialismo es una decisión del pueblo cubano, no de un hombre en cuestión, solo que el puenlo cubano simepre ha tebido el nombre de FiDEL…ah y no somos perfectos…..

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  4. Siento mucho contradecirla en su convencida afirmacion pero la invito a que lea esto que le pongo a continuacion escrito por nuestro Apostol.

    «Dos peligros tiene la idea socialista, como tantas otras: el de las lecturas estranjerizas confuses e incompletas, y el de la soberbiay la rabia disimulada de los ambiciosos, que par air levantandose en el mundoempiezan por fingirse, para tener hombros en que alzarse. Fremeticos defensores de los desamparados.»
    Jose Marti
    (Tomo 3, pagina 168 Obras Completas)

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    • Eso fue escrito hace muchos años. Pero si quiere ir por ese camino, lo invito a leer casi todas las obras de Martí, el hombre era antiimperialista hasta la médula.

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    • usted debe citar de donde sale la frase de Marti pues en la época critica el positivismo y su propuesta socialista, como sociedad estamental en su : “la futura esclavitud” ese socialismo no era nada socialista era una propuesta platónica de sociedad estamental basada en la propiedad privada defendida pro Stuar Mill. , lo que hoy llamamos socialismo era defendido luego pro agrupaciones socialdemócratas, sería bueno que contextualice porque si no esta tergiversando. La bloguera creo debería también responder con más investigación pues la propuesta martiana es todavía un referente para nuestro socialismo que sin el no habría sobrevivido al copia europeo soviética y no se hubiese tropicalizado como bien afirma.

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      • Le agradezco la aclaración, y ciertamente hay mucho de la obra martiana que desconozco o conozco solo parcialmente, y este es un caso. De nuevo gracias por comentar, me dejó una buena tarea.

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      • No se si lo habra leido pero en la parte inferior de mi comentario aparece la fuente o sea el texto, el tomo y la pagina. Si quiere mas que eso tendria que mandarle el libro por correo.

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      • Y no le dice nada el despelote de gente escapando todos los dias en balsas destartaladas o atravesando selvas plagadas de peligros con tal de dejar «su socialismo»?. No le parece que las matematicas no cuadran cuando la gente vende lo que posee y se arriesga a morir antes de permanecer en su version tropicalizada del socialismo ?
        Razon que tenia Marti cuando se expreso en desacuerdo de la idea socialista y sobretodo cuando retrato a esos que » ambiciosos, que para ir levantandose en el mundo empiezan por fingirse, para tener hombros en que alzarse fremeticos defensores de los desamparados.”

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  5. Quiere decir que lss ideas martianas estan obsoletas?. Es vergonzoso como un dia hablan del ideario martiano y cuando no les convienen lo tachan de «escrito hace mucho tiempo».
    En efecto, Marti fue antimperialista. Mucho mas que fidel que en su dia apoyo la invasion sovietica a checoslovaquia, un pais cuyos ciudadanos deseaban liberarse del yugo sovietico y lo cual demostraron annos despues.
    Hoy apoya la represion en venezuela donde el pueblo ha votado en las urnas y ha recogido mas de un millon de firmas para revocar al chavismo.

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    • Todos saben como son esas firmas y manos levantadas en cuba. Un globo como cuando fidel se metia horas hablando de cientos por cietos de promociones y de producciones fabulosas. Todos sabemos como fue le cosa. Cuando Paya mostro los miles de firmas necesarios para su proyecto Varela, ahi mismo pusieron en la constitucion el caracter indistructible de la basura que han estado haciendo todos estos annos y a la que llaman sicialismo.
      Despues como siempre poniendo la carreta delante de los bueyes llamaron al pueblo a apoyar aquello. Igualito que cuando llamaron a los intelectuales para fusilar a los tres muchachos que trataron de robarse le lancha. La gente sabe que decir que no es buscarse problemas por gusto y sale del paso.
      No creo que a esos escapan constantemente por donde pueden les agrade el sistema y sin embargo muchos de ellos deben haber levantado la mano o firmado para terminar rapido y seguir construyendo el bote.
      Que hagan un referendo de verdad, con votacion secreta y una comision internacional para investigar fraudes y cannonas para que vean como quedan mas mal de lo que quedo el chavismo en venezuela.

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      • creo que es reocnocibel la postura ideologica de quien no es socialista. peor lo que me preocupa es que sus analisis siempre tienen un supesto que lso cubanso somos unos idiotas manipulaods sin cerebro, de verdad no pueden gastar un poquito mas de tiempo en una solución explicativa que sea más coherente más racional menos temperamental a ver si podemos dialogar porque eso aqui parece un dialogo de sordos.

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    • no, no es lo que digo, pero tomar todo al pie de la letra tampoco es bueno. Se llama dialéctica. Gracias por comentar.

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  6. Le doy la razon en eso. Gracias a Usted.

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  7. Me provocan reflexión el uso y el abuso de los términos “contra” y “dentro” en relación con la Revolución, acaso ya Evolución y que desde su aparición en “Palabras a los Intelectuales”, genera apasionadas posiciones en ambos extremos.
    Para mí, obligada por ley a respetar los derechos de mis conciudadanos, como todos; conociendo que lo que no está prohibido está permitido, en principio y sabiendo que no soy jueza y por tanto no puedo atribuirme competencias que no me atañen; mientras un tribunal cubano no sancione que un hecho, dicho, acción u omisión es “contra” y por tanto delito según nuestro ordenamiento, lo podría considerar “dentro” aunque me pueda parecer incluso ofensivo a mi sistema de convicciones y principios. Si no lo considerara “dentro”, sino “contra” tendría el deber de denunciarlo y esperar las resultas de la acción penal.
    Los enfrentamientos abiertos y expresos de posturas ideológicas y de ideas aumentarán. Lo deseable sería no cruzar determinados límites, pero ciertamente somos humanos y en más de una ocasión hemos visto hasta puñetazos en Parlamentos “muy civilizados”. Decir lo que se cree es nuestro derecho, aunque estemos en los extremos de la izquierda o la derecha o en posiciones de centro, por estos días tan cuestionadas. Duros ataques y contraataques, verdades que afloran, intercambios fuertes en las redes o de frente no serían raros, de hecho son comunes dado que existen personas con diferentes ideas, incluso antagónicas e irreconciliables con las nuestras y que, sin embargo, aunque no nos gusten, tienen su derecho a existir. Y esa diversidad es algo que se va expresando “dentro” también. Con esa realidad se abre ante nosotros un escenario de debate más honesto y complejo, que bien conducido reflejaría mejor la realidad de la sociedad cubana y la complejidad del mundo en que vivimos. Yo abogaría, sin embargo, por la propuesta de Silvio, exponer lo que se cree diáfana y serenamente, más con razones que con temperamentos.

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  8. Nunca leo el Granma (así como no veo el Noticiero ni ningún espacio informativo transmitido por la Televisión Cubana -incluida, por cierto, toda la programación de TeleSur, que me parece un medio de instrumentalización ideológica y de escamoteo por parte de unas élites políticas, y de la legión de pseudoinformadores y pseudoacadémicos que las sirven, de la noción misma de “pueblo latinoamericano”-).
    Soy cubano, soy -incluso desde un criterio estrictamente estadístico- joven; vivo y trabajo en Cuba, y no creo en “en la superioridad del socialismo como sistema social”, ni siquiera en lo que se refiere a “esta especie de socialismo tropicalizado que estamos viviendo”.
    La gente que piensa como yo no necesariamente tendría que ser una minoría (como festinadamente afirman la articulista y cuanto corifeo se pronuncia sobre el particular), en vista de la ausencia absoluta, en Cuba, de mecanismos confiables de medición de la opinión pública, y de la inexistencia de una sociedad civil que haga honor al término.

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    • Es su opinión, por supuesto, así como lo que escribí es la mía. Yo no digo festinadamente nada, solo afirmo una verdad ineludible, el apoyo a la revolución es mayoritario porque de lo contrario no existiría ya, lo que no quita que existan personas como usted, eso es parte de la realidad, del país, de modo que su caso no necesariamente tiene que ser minoritario, pero aparentemente, lo es. Gracias por comentar.

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  9. Me parece magnífico que una periodista que se declara adicta al régimen opine que la inclusión debe definir la participación en “el complejo proceso de construcción social que vivimos”; al tener el valor de no callarse en este respecto, demuestra que no es, como la gran mayoría de sus colegas en Cuba, un simple vocero del poder. Bien por ella, en ese sentido. Creo, a la vez, que un síntoma irrefutable que apunta a la absoluta heterodoxia de esa, su opinión (que, por tanto, no puede resultar aceptable, o “normalizable” -ahora que está de moda la palabreja-, por la doxa oficialista), radica en el propio hecho de que este artículo se publique exclusivamente en un blog que queda fuera de la rancia red periodística oficial (¿por qué no apareció, como hubiera correspondido al tratarse de una réplica a otro trabajo aparecido allí, en el propio Órgano Oficial del PCC?)…

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  10. …Y solo dos (apresuradísimos) comentarios sobre el contenido del artículo:
    1) Cuando la autora habla de “aquel momento en el que como pueblo mayoritariamente firmamos por la irreversibilidad del socialismo en Cuba”, exhibe una ingenuidad enorme. Pues no tiene en cuenta que la legitimidad de esa consulta, al no ser de carácter secreto, inmediatamente se cancela (yo mismo, lo confieso, lo firmé en contra de mi conciencia, por temor a represalias: estaba estudiando en la Universidad y no quería que me expulsaran, como había pasado con los estudiantes que tuvieron el valor de respaldar el Proyecto Varela, y como pasó –y pasa, hoy nuevamente- con los venezolanos que ofrecieron su firma a favor del Referendo Revocatorio, que son objeto de intimidación por parte del gobierno de Maduro).

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    • Fui leyendo de atrás para adelante, pero bueno. Yo firmé porque me dio la gana. La libertad es ejerce, como debería ejercerla ahora mismo si se atreviera a poner su nombre en este comentario así como yo pongo el mío, en aquel momento, era opcional, se firmaba o no. Yo conozco a varios que no lo hicieron, y siguieron su universidad. Del proyecto Varela, o sea, de esos casos no conozco ninguno así que no voy a decir si es cierto o falso, como tampoco del caso de Venezuela, yo no estaba allí.

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  11. 2) Falta a la verdad la autora (la ingenuidad y la simpatía son atenuantes solo hasta cierto punto) cuando declara que el régimen, justo hasta el otro día, encontraba su realización en “un estado totalmente benévolo, que subsidiaba todo para todos”. Diferencias de clase siempre las hubo en el estado revolucionario: se viene a hablar de ellas ahora cuando comienzan a derivar parcialmente de la actividad empresarial de algunos, pero se silenciaban cuando procedían exclusivamente de los privilegios de que gozaba (de que goza) la más alta clase dirigente. Por otra parte, no habría más que recordar las recurrentes etapas de pauperización generalizada que ha vivido la sociedad cubana desde 1959 para relativizar –en el mejor de los casos- esta temeraria afirmación. (Un hecho, dicho sea de paso, que el máximo líder de la Revolución, con esa tendencia al solipsismo que lo caracteriza, recientemente, y con todo cinismo, ha considerado oportuno obviar: cualquiera diría que, a diferencia de la gran mayoría de la población cubana, no hubieran experimentado él y su familia, en esas circunstancias, hambre o privaciones de ningún tipo).

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  12. (Agradezco a la autora del blog por publicar mis comentarios… y espero que disculpe su extensión).

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  13. Decía que afirmaba festinadamente porque cualquier afirmación sobre ese punto tiene que ser festinada, tanto si afirma la minoría como la mayoría, porque solo puede proceder de la opinión o la experiencia individual de quien profiere la afirmación, lo cual resulta estadísticamente despreciable. Por otra parte, creo que hay que tener mucho cuidado a la hora de aplicar silogismos a las realidades sociales y políticas: por ejemplo, fundamentando el hecho de que la mayoría apoya al régimen porque, de lo contrario, este no podría haber durado tanto. ¿Cuánto tiempo duró el régimen soviético?; ¿cuánto tiempo duró la ocupación soviética de Europa oriental? ¿La mayoría de esas sociedades lo apoyaban? No lo parece, a juzgar por los acontecimientos posteriores.
    Por supuesto que usted tiene todo el derecho de publicar sus trabajos donde mejor lo considere: nunca tuve la intención de cuestionarlo. Lo que decía es que no podría haber sido publicado en el Granma (o en cualquier otro periódico), incluso si usted lo hubiera decidido así, por la sencilla razón de que su artículo es inadmisible para los censores a cargo de la prensa oficialista.
    En una democracia, es fácil para los ciudadanos ejercer los derechos políticos; en una dictadura también… pero solo para aquellos que la apoyan. No es justo que ud. haga equivaler mi caso al suyo: si no uso mi verdadero nombre es porque temo a la represión de que el poder podría hacerme objeto, mientras que el que Ud. use el suyo propio o un pseudónimo poco cambiaría, en este sentido.
    Estoy plenamente de acuerdo con ud.: la libertad es ejercer… ahora bien: ¿qué pasa cuando ese ejercicio es contemplado como ilegítimo por las estructuras del estado, como ocurre en las dictaduras? (Sí, porque ir a votar por un individuo desconocido, para enviarlo a sentarse dos veces al año en una cámara donde solo se aplaude al dinasta de turno… eso no es ejercicio de nada, sino farsa de elección, de parlamento, de democracia…).
    Si ud. dice que conoce a estudiantes que se resistieron a firmar y no fueron expulsados, le creo. La cuestión es que resulta imposible predecir cómo se comportará la política represiva del régimen (unas veces se hacen la vista gorda con algunas cosas, mientras otras no perdonan una; por ejemplo, hace poco un prestigioso economista fue expulsado de la Universidad de La Habana solo por no ajustarse a la más estricta ortodoxia…). Repito: conocía el caso de estudiantes que fueron expulsados por firmar el Proyecto Varela, y no tenía por qué pensar que, de no firmar la consulta, las consecuencias serían distintas para mí. Pero mi caso personal vale solo porque es representativo de una cantidad de ciudadanos que nadie podría cuantificar a ciencia cierta, pero que sin dudas, de no haber consentido en firmar, habría modificado el resultado. Además, para mí es evidente que los propios organizadores de la consulta contaron con que el factor intimidación influiría en que el resultado se acercara a la totalidad del padrón electoral: ¿por qué, si no, no determinaron que fuera, como son los referendos, de carácter secreto? Pues porque sospechaban que el apoyo no era, a esas alturas, tan masivo como sin dudas lo había sido –lejos estoy de negarlo- a principios de la Revolución.
    Gracias por sus respuestas.

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  14. Hay un comenterista por alla arriba que afirma que » la propuesta martiana es todavía un referente para nuestro socialismo que sin el no habría sobrevivido al copia europeo soviética y no se hubiese tropicalizado «.

    Eso despues de haber leido la opinion de Marti acerca de las ideas extranjerizas y de los que para ir levantandose en el mundo empiezan por fingirse, para tener hombros en que alzarse, fremeticos defensores de los desamparados.”

    El socialismo cubano no sobrevivio. La dictadura como otras ha mantenido el poder a la fuerza como se ve cada fin de semana en la represion a gente que solo marcha pacificamente
    . Otros dictadores (socialistas o no pero dictadores al fin) han mantenido el poder por mas tiempo y nadie se enorgullece de eso ni trata de mezclar a una figura limpia y valiente como Marti que murio por defender la patria con otros que la han enlodado.

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